Valores para una nueva humanidad

 

Luego de más de dos décadas dedicada al estudio independiente de la enseñanza de valores, la creación de publicaciones para padres y docentes y el diseño y realización de talleres para colegios y universidades, me complace presentar el libro Valores para una nueva humanidad.

Mi objetivo es que padres y docentes adviertan que así como cambió la tecnología, el ser humano tampoco es el mismo. Precisamente los avances en materia de informática, telecomunicaciones y transporte, entre otros sectores, han despertado aun más el conocimiento humano y también su sensibilidad.

Hoy las personas generan más contenido del que consumen y existe una gran necesidad de contar lo que se hace, de mostrar y de expresar sin prejuicios lo que se es y lo que se tiene. Todos estos cambios ponen de manifiesto nuevos valores o bien pueden ser la consecuencia de unos nuevos valores que han venido emergiendo en las dos últimas décadas.

La bondad, el respeto y la libertad pasan a ser principios. Ya no se puede concebir un mundo en el que no exista consideración con el otro o que excluya o someta a otro. 

El amor, que se concebía como propio de una pareja, hoy se expresa en todas las direcciones y hacia todo lo que existe en el universo. Se reivindica así el sentimiento que caracteriza en forma exclusiva al ser humano y que determina su verdadera felicidad. ¡Y con el amor se abre la puerta a los demás valores!

Esa es la propuesta de este nuevo libro dedicado a madres, padres y docentes, el cual estará disponible en la 36° Feria Internacional del Libro de Bogotá, gracias al apoyo del Fondo Cultural Iberoamericano (Pabellón 3, primer piso, stand 614), entre abril 17 y mayo 2 de 2024.

Y si te interesa saber cómo acompañar a crecer a niños, niñas y adolescentes sin alterar sus valores, escríbeme a creatriz@gmail.com Ofrezco sesiones individuales virtuales o presenciales para madres y padres así como talleres para colegios.

Contacto:
Beatriz Vásquez Gómez
Coach de valores
+54 9 11 3926 3882
Buenos Aires
Argentina

¡Gracias por apoyar este trabajo!


Taller de valores

Capacitamos a madres, padres y docentes en la enseñanza creativa de valores. Compartimos herramientas de comunicación y persuasión que provienen del mundo de la publicidad para que sean usadas a la hora de fijar límites y orientar a los chicos hacia un proyecto de vida productivo y feliz.


Enseñamos a dejar de usar el sermón, el maltrato, la descalificación o las amenazas, y más bien usar la conciencia y el amor para acompañar el natural crecimiento físico, emocional, mental y espiritual de los chicos.

¿Qué hacer frente a la "indisciplina" y la "desobediencia" de los chicos? ¿Cómo contrarrestar el consumo de tabaco y alcohol? ¿Qué castigo merece un chico que se hizo un tatuaje a escondidas? ¿Se debe pintar el pelo una niña de nueve años? ¿Qué hay que decir si los hijos cuestionan a los padres? ¿Está permitido en casa el uso de piercings? ¿Qué se le debe contestar a un niño que dice ser gay o a una niña que no está segura de si es lesbiana? ¿Qué responder ante la pregunta del aborto? ¿Cómo contestar preguntas delos chicos acerca de la sexualidad?


Son innumerables los momentos cotidianos en los que se pone a prueba no solo la paciencia sino también la estabilidad emocional de los padresy docentes que disponiendo de poco tiempo para acompañar a los chicos, reaccionan en forma violenta o desproporcionada ante situaciones de confusión y duda.

Nuestros talleres vivenciales están diseñados para que madres, padres y docentes puedan expresar libremente sus temores y transformarlos en orientación creativa hacia los chicos.

Vamos a cualquier país de habla hispana o portuguesay también asesoramos directamente a madres y padres de familia en forma virtual o presencial.

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Beatriz Vásquez Gómez
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¿Cómo enseñan valores mamá y papá?

 


Cada mamá, cada papá o cada adulto responsable de un menor sencillamente enseña "valores" desde su propio aprendizaje, inconscientemente va repitiendo modelos sin aplicar mucha técnica y sin un conocimiento profundo de lo que significa y representa cada valor.

Los valores se transmiten a partir de las creencias y costumbres de cada familia, los hijos sencillamente observan y replican o rechazan aquellos comportamientos y dichos de sus padres o de los adultos que participan activamente en la crianza.
La figura materna es fundamental en la construcción de valores; lo que hace una madre desde la gestación y durante los primeros años de vida tiene un altísimo impacto en lo que un niño o una niña van a percibir como respeto, generosidad y demás conceptos.

De otra parte, la figura paterna, igualmente importante, viene a reafirmar y a consolidar aquello que la madre ha sembrado desde el punto de vista ético y moral, aquello que está bien o está mal, correcto o incorrecto.

De ahí la importancia de que mamá y papá tengan una misma visión de los valores y que su enseñanza sea consistente, coherente frente a los hijos. Cuando un padre descalifica a una madre o viceversa, lo que se abre es una puerta de duda por la que se cuela la falta de respeto.


No obstante, estas naturales diferencias de opinión y de expresión de los valores entre mamá y papá pueden no ser tan dañinas en los primeros años de vida, el verdadero problema aparece cuando niños y niñas comienzan a crecer, a preguntar, a emitir sus propias opiniones y sobre todo, a desafiar los límites que les imponen tanto en casa como en el colegio, lo cual es una forma natural de probar su propia autonomía.

En nuestros talleres vivenciales para padres y madres compartimos herramientas de comunicación y pautas de crianza para que puedan abordar cualquier tema con sus hijos y sepan cómo corregir y orientar sin apelar al castigo y la descalificación.

Contacto:
Beatriz Vásquez Gómez
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Buenos Aires
Argentina

Valores de la Navidad


La Navidad es la mejor época del año para sembrar y fotalecer valores. 

A la mayoría de las personas se les ablanda el corazón, piensan en la familia, recuerdan la infancia y a sus padres.

Y así, con el corazón blandito podemos enseñarle a los niños acerca de la generosidad, la unión y un valor muy importante que les va a servir especialmente en momentos de dificultad: FE.

La FE es creer en algo aunque no lo veas. Y la Navidad nos lleva a creer en muchas cosas que no vemos y a querer multiplicar la bondad, la alegría, el entusiasmo. 

Es tan fuerte en términos emocionales la Navidad, que puede exaltar los ánimos y en vez de propiciar reconciliación traer más discordia si no sabemos mantener el diálogo y la serenidad.

Igual que cuando se cuida un jardín, hay que permitir que aflore lo bueno y desterrar la maleza del corazón, dejar atrás viejas rencillas, rencores, resentimientos y venganzas familiares.

La Navidad viene a renovar el corazón y puede ser una maravillosa excusa para hacer un compromiso personal de mantener intactos los valores que nos hacen mejores personas.

¿Qué sabemos de la libertad?


Ahora que se ha puesto de moda gritar vivas a la libertad, resulta oportuno repasar su significado y el valor que posee para el ser humano.

Según el Diccionario de la Real Academia Española, la libertad es la "facultad natural que tiene el hombre de obrar de una manera o de otra, y de no obrar, por lo que es responsable de sus actos".

En cuanto al origen de la palabra, que viene del latín libertas, libertatis, quiere decir "condición del que es libre política y jurídicamente. Tambien se refiere a la "disponibilidad" y a la "falta de inhibición de obra y palabra".  

Y si a esto le sumamos la percepción común de considerar la libertad como "hacer lo que se quiera", vamos a tener que reflexionar mucho para llegar al verdadero significado, al menos para cada uno, en un tiempo de excesiva normatividad ya que en aras de conservar el orden, buscar el "progreso" y hasta querer salvar el alma, el humano ha inventado y sigue inventando extensas constituciones, declaraciones, códigos, mandamientos y decretos que condicionan hasta el más mínimo accionar.

Como nunca hoy existen miles de regulaciones que delimitan nuestro comportamiento a los que se suman los "códigos morales" que se imponen en cada hogar, en cada familia y en cada cultura.

En este orden de ideas, ¿cómo explicarle a un niño lo que es la libertad? Y lo más importante, ¿cómo enseñarle a respetar la libertad del otro?

Una fórmula infalible es saber que los valores nunca están solos y que son interdependientes. 

La libertad siempre estará ligada a la responsabilidad y en nuestro tiempo, a la conciencia. La conciencia es la nueva base moral del siglo XXI. Ya no aplican viejos esquemas de imposición, lo que vale es la conciencia, entender el por qué y el para qué de las cosas, aunque hay que estar atentos porque históricamente los valores que se pregonan son los que se terminan destruyendo.

Adicionalmente, como seres sociales, todos nuestros actos tienen una causa y un efecto en los demás, con lo cual, la libertad debe ser vista en lo individual y en lo colectivo.

No obstante, hay una libertad elevada y profunda dada por Dios. Esa es la libertad más importante de todas y la que desde esta humilde tribuna defendemos con ahínco.

Se llama "libre albedrío" y ha sido objeto de largas discusiones religiosas entre quienes piensan que Dios nos hizo libres y aquellos que someten en nombre Dios. 

En todo caso, al menos en el mensaje entregado hace dos mil años, Dios no estableció jerarquías para el ser humano ni dio poder a nadie para dominar a otros.  Todo lo contrario, el mensajero dijo: "La verdad os hará libres".

¿Y qué tiene que ver la libertad con la verdad?  Tiene muchísimo que ver. La mayor esclavitud de un ser humano es la mentira, quien miente vive prisionero de sus falacias. 

Ya tenemos entonces tres acompañantes para que la libertad pueda ser posible: responsabilidad, honestidad y conciencia. Y en estos tres valores puede estar la respuesta para la ineludible pregunta de los padres acerca de cómo administrar la libertad de los hijos.

La intuición y la observación te harán decidir en cada momento hasta dónde pueden llegar tus hijos y abrirles espacios, confiando en que van a poder manejarse en determinadas circunstancias, que si se equivocan les vas a dar una nueva oportunidad porque están aprendiendo a actuar con libertad o que si tú te equivocas al conceder un permiso lo hiciste de buena fe.

Es natural que una padre o una madre sientan temor a la hora de dar libertad a sus hijos, solo observáte y deduce de qué estás más cerca, si de la sobreprotección o el totalitarismo y define el lugar en el que te sientes más orgulloso de ti mismo. 

Como todo lo preciado para el ser humano, el valor de la libertad es individual y se forja desde la más tierna infancia en cada familia, aunque como otros valores, pueden y deben ser ajustados en la etapa adulta.

Cada cual debe ser consciente de cuánto vale su libertad y hasta dónde está dispuesto a entregarla al someterse a una ideología, un dogma o un fanatismo. 

La libertad también resulta proporcional al conocimiento; entre menos se sabe más esclavo se es.

¿Qué es para vos la libertad?

¿Cuánto vale tu libertad?

Nuevo libro de Valores

 

"Valores para una nueva humanidad" es el título de nuestra más reciente producción literaria. Se trata de un libro de texto, dirigido a madres, padres y docentes que están interactuando día a día con niños y adolescentes.

La obra presenta nueve valores que se vienen manifestando con fuerza, entre los cuales, el primero en aparecer es el amor.


Por fin vamos a experimentar el amor incondicional de la mano de estos nuevos seres que no conocen el interés ni la conveniencia a la hora de expresar sus sentimientos.

El siguiente valor que presenta el libro es la empatía, esa capacidad de comprender los sentimientos del otro, de estar atentos al estado de ánimo de quien tenemos cerca, no para juzgar, criticar o condenar, sino para saber entender, acompañar o ayudar si es preciso.

¡En tercer lugar aparece la espiritualidad! Los niños de este tiempo están más conectados con lo sagrado, con lo sobrenatural y con una palabra que los adultos hemos eliminado de nuestro léxico por el prejuicio de ser considerados fanáticos pero que pronunciamos internamente, sobre todo cuando enfrentamos dificultades: Dios. Los niños hablarán de Dios sin misterio.

Seguramente por tener claro el amor y activa la conexión con Dios, las nuevas generaciones vivirán en la transparencia, el cuarto término que se explica en "Valores para una nueva humanidad".

Los nuevos niños defenderán y buscarán la verdad en todos los actos de la vida, incluso hasta en los más cotidianos, por eso conviene como adultos desterrar las mentiras, ni siquieras las "piadosas" serán permitidas por estas nuevas generaciones que se muestran tal y como son y esperan lo mismo de los demás.


La lista continúa con armonía, generosidad, laboriosidad, sabiduría y felicidad.  Son en total nueve valores que vienen resonando desde hace algunos años con mucha intensidad.

¿Y dónde quedaron el respeto, la bondad, la libertad?

Si piensas que el respeto se acabó, te equivocas, el respeto si aparece en "Valores para una nueva humanidad", al igual que muchos otros valores. Lo que sucede es que para las nuevas generaciones la bondad, el respeto y la libertad, es lo natural, lo obvio, son Principios, la base de los valores. Si no hay bondad, respeto y libertad, sencillamente no se puede cultivar ningún valor.

Si te interesa adquirir este nuevo libro o queréss explorar la posibilidad de que llevemos una jornada de valores a tu empresa, universidad o colegio, te podés comunicar por correo a valoresparalafelicidad@gmail.com o por Whatsapp al +54 9 11 3926 3882, Buenos Aires, Argentina.

¡Bienvenidos los valores para una nueva humanidad!




Nuestra propuesta incluye contenidos, publicacions, talleres vivenciasles y retiros grupales e individuales.

Usamos todas las formas posibles para sembrar y cultivar valores humanos.

Si te interesa saber en qué consisten nuestros talleres, retiros y coaching en valores para padres y maestros, te dejamos nuestros datos de contacto.

Beatriz Vásquez Gómez
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Firmes pero dulces

 

Uno de los "hábitos" (probablemente aprendidos por imitación), que tenemos que transformar es fijar límites sin parecer ogras.

Es como si tuviéramos instalada una aplicacion que nos hace enojar a la hora de corregir o de enseñar a niños y niñas. Y si la vemos como una aplicación, entonces vamos a poder desinstalarla de nuestro sistema interno de creencias. Solo necesitamos estar "conscientes" de cuál es nuestra actitud, desde qué emoción de base los estamos acompañando y cuál emoción se nos dispara cuando debemos indicar un error o bien conceder o negar algo que un niño o una niña están pidiendo.

Es muy importante tener en cuenta la edad y la madurez mental y emocional de cada niño o niña; hay chicos que aparentan ser más maduros, algo que puede ser una estrategia de supervivencia.

Corregir no debe ser un acto violento, si queremos ser escuchadas por niños y niñas, debemos aprender a fijar límites sin perder la dulzura. Y debe ser sincero, de lo contrario, ellos perciben la falsedad y pueden reaccionar en contra.

"La dulzura, cuando es sincera, 
es una fuerza invencible".
Marco Aurelio

Se está promoviendo y con mucho dinero, la distorsión de ser hombre y ser mujer, invocando con astucia el valor de la "igualdad", que en este caso se tergiversa y se lleva al plano íntimo y delicado de la sexualidad.

Y aquí madres y padres, los invito a ser claros, directos y firmes a la hora de responder preguntas a sus hijos o intervenir en situaciones que a ustedes no les parezcan adecuadas. Con la complicidad de gobiernos y algunas ONG, más la financiación a grandes medios, se viene insertando en escuelas y colegios, públicos y privados, por medio de textos, videos y charlas, supuestamente pedagógicos,  la "ideología de género", constituyendo además una falsa comunidad en la que le hacen creer a la gente que hay muchos tipos de personas según su sexualidad y que cada una tiene una letra del abecedario...

Lo importante es que nos demos cuenta de esta situación que no es natural sino creada, y que ejerzamos nuestro poder como padres y docentes, haciéndonos preguntas simples, y les comparto algunas que me surgieron: ¿Cuál es el sustento teórico, que no científico, de esta explosión de géneros? ¿Por qué se habla de una comunidad? ¿Por qué usan el arco iris que nos pertenece a todos? ¿Qué es la homosexualidad, cómo se explica y cuál es la forma adecuada de abordarse? ¿Qué es el sexo desde lo jurídico? Y lo más importante: ¿Qué le quiero transmitir a mis hijos?

Naturalmente, nacen dos tipos de seres: uno con pene y otro con vagina, aunque yo prefiero el lenguaje coloquial que también intentan eliminarlo, suena más cercano decir "pipí", "cuca", o como lo denominen en casa. Ahí comienza el desafío, ponernos de acuerdo en cómo le decimos a esas partes del cuerpo que nos han hecho creer que son solo para el placer, o que son cosas de perversión, si nuestras creencias religiosas nos llevan por esos caminos, satanizando algo que a la final es tan natural y hermoso como unirnos a otra persona en cuerpo y alma. 

Es tiempo de dignificar nuestras relaciones personales, tanto las esporádicas como aquellas íntimas y profundas, encontrando el término medio, el de la virtud...

La diferencias del cuerpo, son precisamente en las que se fijan los niños y ante las cuales, se hacen preguntas,. Todo lo demás, de LG y Q y demás, es una construcción de la ingeniería social que manejan muy bien quienes buscan desestabilizar y alterar valores.

Hombres y mujeres somos iguales como CIUDADANOS, no como seres biológicos. Desde la biología y la psicología que en buen momento comienza a integrar la salud emocional, evidentemente somos distintos y ojalá se remarquen esas diferencias dándole visibilidad a tres valores: RESPETO, COMPRENSIÓN Y CONSIDERACIÓN.


La mujer es más vulnerable físicamente en todas las edades y su cuerpo permanentemente le recuerda su potencialidad como madre, ya que pasa la mayor parte de su vida conviviendo con la menstruación, algo muy difícil de entender a plenitud por un hombre. Podrá llegar al respeto, la comprensión y la consideración, pero jamás al conocimiento pleno de lo que significa sangrar por espacio de tres o cuatro días, cada mes, desde los 11, 12 o 13 años y los siguientes 30 o 40 años de su vida.


El hombre, por su parte es más vulnerable en lo emocional, a pesar de ser más fuerte en lo físico. Y sus experiencias son muy distintas, en realidad lo distraen por el propio espectáculo de la erección y la eyaculación, que sin duda debe ser una sensación maravillosa que jamás llegaré a conocer, pero intento respetar, comprender y considerar, especialmente porque es sabido que no depende de la voluntad del hombre, sino de sus más profundos sentimientos, y de eso se vale la industria que ya sabemos para ayudar a que el hombre se sienta firme y combatiendo, sin pasar por la emoción, solo por el proceso químico de acumular sangre que además pone en riesgo su salud.

¡Y así estamos! ¡Con más de un valor distorsionado! Las mujeres por naturaleza reprimiendo su deseo de ser conquistadas por un hombre y a lo mejor ser madres y los hombres reprimiendo su deseo de conquistar a una mujer, sin saber cómo encauzar su masculinidad.

Como padres, es indispensable que al menos fijemos una posición al respecto y tengamos claro cómo encarar este tema de la sexualidad y el abecedario de géneros con los hijos. Mi humilde recomendación, es seguir una norma de oro y es no dar más información de la que los chicos piden, teniendo en cuenta su edad.

Si el niño pregunta por qué tiene pipí, una respuesta que sirve es: "porque eres un hombre". Y no se agrega nada más. Y si la niña pregunta por qué no tiene pipí, la respuesta puede ser: "porque eres mujer". Y se le pueden mostrar muchas formas de ser mujer y de ser hombre, si es que el niño o la niña siguen preguntando, dando respuesta solo a lo que pregunta.

El error que solemos cometer es ahondar en respuestas a preguntas que los niños no están haciendo. Y peor aun, sentirnos inseguros o no calificados para hablar del tema, precisamente porque esas campañas de falsas ideologías también nos han influenciado y podemos llegar a creer que somos retrógrados por no estar con lo que se nos muestra como "progreso". 

¡Mentira!. No hay ningún progreso en etiquetar a las personas por su orientación o preferencia sexual cuando ya son adultas; en mi sincera opinión, que cada adulto viva como quiera y tenga relaciones con quien quiera, pero que no se deje etiquetar y convencer de que pertenece a una falsa comunidad cuando en la soledad de su ser ya no sabe qué es, cómo expresar lo que siente y con quién interactuar desde el corazón, no solo de la cintura para abajo. 

Lo triste, es que los más afectados en el largo plazo, pueden ser precisamente los jóvenes que se están dejando meter en esa "comunidad"...

Hombre y mujer son los términos que usamos para señalar la diferencia biológica de los dos tipos de seres que nacen en forma natural en la especie humana; todo lo demás, si que es una construcción social, justamente una ingeniería social.

Costó siglos para que jurídicamente exista igualdad entre hombres y mujeres como ciudadanos,  no debemos dejarnos confundir al dejar entrar otros "sexos" que para lo único que parece servir es para crear programas sociales y dar subsidios a personas frágiles mentalmente.

El hombre y la mujer expresan más o menos masculinidad, o más o menos femineidad, y no por eso tendría que haber un documento, nombre o letra, para cada grado de lo uno o lo otro

Al final en lo concreto, volvemos a los dos seres básicos, porque lo que vemos en el "homosexualismo", es que hay hombres que quieren ser mujer y mujeres que quieren ser hombres, lo cual es respetable para una persona adulta, pero una perversión como campaña dirigida a niños y adolescentes.

Por la evidencia social, en realidad no hay dos parejas del mismo sexo, porque entre parejas de  hombres o de mujeres, casi siempre hay uno que hace de hombre y otro de mujer, luego la condición no estaría dada por el cuerpo, sino por el alma...

Lo más lamentable, desde mi punto de vista, es que estas campañas se hacen en nombre del valor más sagrado: LIBERTAD. Y también ahí está la oportunidad, podemos aprovechar la corriente del río para avanzar y  como padres ejercer nuestra LIBERTAD de criar a nuestros con los valores que queramos, no los que nos impongan. 

Claridad, firmeza y respuestas asertivas a preguntas específicas. No discursos, no sermones y no repetir como loros lo que las campañas masivas quieren que repitamos. 

Y si tu hijo o hija presenta naturalmente "comportamientos" contrarios a lo que su sexo biológico indica, entonces busca orientación profesional para que puedas aceptarlo tal y como es y acompañarlo a que no sufra o sufra lo menos posible, porque el tema no pasa solo por ser aceptado socialmente, sino saberse amado, no juzgado, ni condenado.

Si compartes esta manera de ver los valores humanos y requieres orientación particular para tu colegio, escuela o familia, por favor escríbeme a creatriz@gmail.com

¡Gracias por leer!🙂

Renacer en valores

Este momento histórico de la humanidad, nos plantea un desafío enorme: renacer desde otros valores o desde una nueva interpretación de los que ya conocemos.

Hemos confundido la responsabilidad y la consideración porque fuimos asediados por una intensa campaña publicitaria que decía que ser responsbale es aislarse y comenzamos a ver al otro como una amenaza.

Se está perdiendo la generosidad por miedo al contagio, la serenidad por exceso de noticias negativas y lo más importante, perdimos la alegría de vivir por miedo a la muerte.

Precisamente por estar en este tiempo, estamos llamados a renacer en los verdaderos valores humanos, comenzando por la empatía, para ponernos en los zapatos del que cree y del que no cree en cualquiera que sea la amenaza externa y no dejarnos ubicar en orillas distintas.

Como seres dotados de inteligencia, también estamos llamados a defender el valor del coraje para defender el de la libertad y el del conocimiento, para que la ignorancia no nos siga gobernando.

"No nos hacemos libres por negarnos a aceptar nada superior a nosotros, sino por aceptar lo que está realmente por encima de nosotros". Goethe



 

¿Valoras la libertad?









Una persona que valora la libertad no somete a otro ni participa del sometimiento de otros. 

No obstante, en estos tiempos de miedo y ordenanzas, se hace evidente la postura dictatorial de muchos que parecen disfrutar de señalar y condenar a quienes no quieren acatar algo de lo que no están convencidos y se han permitido el beneficio de la duda.

Todo lo que vaya en contra de lo natural no puede ser bueno. Y son tan rebuscados los argumentos pseudocientíficos para llevar a la gente a hacer algo que no quiere que la única forma en que se está logrando es convirtiéndolo en algo obligatorio. 

La sensatez nos dice que lo bueno se busca espontáneamente. Si lo que hoy le ofrecen a la gente como solución fuera tan bueno, no tendrían que convencerla, persuadirla, chantajearla y amenazarla con perder el empleo o comprarla con hamburguesas, viajes y golosinas.

Y esa coacción se afianza en la comodidad de la ignorancia; se cree saber pero no se piensa, ni siquiera se analiza y mucho menos se sigue el consejo aristotélico de estudiar los dos lados de una misma cosa, no se estudia ni un solo lado, solo se siguen las órdenes, por miedo y más miedo.

Desde tiempos inmemoriales es más cómodo aceptar las órdenes del rey que cuestionarlas y mucho menos ponerse en su contra, especialmente cuando dice procurar nuestro bien. No obstante, todos aquellos que desafiaron al rey, históricamente han forjado la libertad para la inmensa mayoría.

Estamos perdiendo siglos de evolución, de avance en materia de dignidad humana, de triunfo de la inteligencia sobre la fuerza. La ciencia y tecnología han sido doblegadas por una sopa de rata voladora que no para de mutar.

Aquí no queda otra que la salvación particular. ¡Sálvese quien pueda! y no intente salvar a nadie porque el lavado de cerebro ha sido tan efectivo que solo obtendrá rechazo y agresividad.

Hay que hacer un gran esfuerzo para no enojarse, para no sentir compasión y no odiar a los hermanos que con o sin conocimiento pleno están prestándose y en muchos casos sacando provecho de esta campaña para destruir el más noble de los valores dados por gracia divina, la libertad.

“Aquellos que cederían la libertad esencial para adquirir una pequeña seguridad temporal, no merecen ni libertad ni seguridad”.

Benjamin Franklin





 

Cuidarnos es abrazarnos

 

Hacer contacto con los seres que queremos y que nos quieren, es la fórmula para mantener la salud. En esta época, en la que se están promoviendo valores totalmente tergiversados, debemos darnos cuenta de en dónde está la trampa que nos hará caer en la enfermedad. 

La distancia social es muy buena cuando te alejas de personas que te lastiman, pero cuando te imponen distancia con los seres que amas, se genera una emoción de ruptura que te puede causar más daño que todos los virus y las bacterias juntos.

Abraza, besa, mima, consiente a tus seres queridos, eso sí es el cuidado, esa sí es la responsabilidad que tenemos unos con otros. No la distancia, no el abandono y el alejamiento que nos están proponiendo estos deshumanizados protocolos sanitarios que nos están llevando a actuar en contra de nuestros propios sentimientos y de nuestra naturaleza.

La enfermedad se cuela por las grietas de las contradicciones internas. Si tú quieres abrazar pero consideras que eres "irresponsable" porque puedes contagiar a otro, entonces te estás causando un sentimiento de culpa. Te vas a sentir culpable por abrazar y por no abrazar. ¿Cómo puede ser un abrazo nocivo?

Hay que saber que existen cientos de virus y que el humano convive con ellos desde el comienzo de los tiempos. Lo que tenemos es un virus muy publicitado y etiquetado como mortal. Todo es mortal en esta vida. Los autos son mortales, el tabaco es mortal, los aviones son mortales, el alcohol es mortal. ¡Vivir es mortal! 

Cualquier virus causa malestar, requiere atención y puede llevar a una persona a la muerte si se aplica el tratamiento equivocado. Debemos usar la lógica y mantener la serenidad para pensar adecuadamente, sin el ruido interno que generan las noticias funestas creadas para mentener audiencia.

No permitas que juegen con tu miedo. Abraza a quienes amas, acércate a tus amores y siente la felicidad de tenerlos porque la vida es efímera y puede terminar por infinidad de causas que solo el poder superior que rige nuestras vidas conoce.

El único riesgo de abrazarnos es contagiarnos de amor, de alegría, de ternura y fortalecer nuestras defensas para que ningún virus nos llene de miedo.

La obediencia no es un valor humano


El ser humano está dotado de inteligencia, conciencia y conocimiento; aun en la edad más temprana, su capacidad de comprensión es evidente y no hace falta el uso de la fuerza para obligarle a hacer algo que puede hacer voluntariamente.

Los animales son los que pueden ser amaestrados, adiestrados, y llevados a realizar acciones aunque no comprendan para qué ni por qué, simplemente obedecen para no recibir castigo o para recibir premio.

Pretender que el ser humano obedezca es subestimarlo y a la vez habla de una postura tiránica de quien ejerce el poder y el control de las situaciones. 

La obediencia de ninguna manera puede ser considerada un valor humano, más bien la desobediencia es una herramienta para garantizar su propia dignidad.

La democracia como sistema político combate la obediencia ciega y se fundamenta en los principios de libertad y orden, para llegar a acuerdos en bien de la mayoría.

La desobediencia es la única arma que tienen los ciudadanos libres cuando los gobernantes abusan de su poder y crean decretos y leyes absurdas.


"Obedeced más a los que enseñan
 que a los que mandan"
San Agustín


Sin libertad no hay felicidad

La libertad tiene un altísimo valor para el ser humano; es un ideal y un principio, al menos para sociedades evolucionadas que defienden la dignidad humana.

Es un ideal, porque ninguna persona alcanza la libertad total, lo primero que la limita es su cuerpo y los recursos básicos para mantenerlo tales como alimento, abrigo y afecto, que lo hacen dependiente de otros, tanto en sus primeros años de vida como en la etapa de la vejez.

Quizás la libertad con la que soñamos se podría interpretar mejor desde la visión del RESPETO, poder hacer lo que realmente nos apetece sin que seamos juzgados ni estemos condicionados a ser aprobados y  amados por otros. 

Como principio, la libertad es el pilar de la Democracia, es decir un sistema de gobierno basado en la participación y el respeto por todas las formas de ser y hacer. 

El límite de las actuaciones individuales es el bien colectivo; no obstante, este concepto también se presta para tergiversar el verdadero valor de la libertad, porque se antepone una falsa bondad para encarcelar a alguien "por su bien".

Nadie encarcelado puede hacerse responsable, pues está sujeto a la voluntad de sus carceleros. Lo único que le queda al encarcelado es cuestionar la razón para haber perdido su libertad y si se sabe culpable aceptar su condena. ¿Y si se sabe inocente?

También se da que el humano es privado de su libertad mediante el engaño, se le confina diciéndole que eso trae un mayor beneficio, al tiempo que se le cortan las alas, sabiendo que una vez se abra la celda no podrá ir muy lejos. 

Hay que prestar mucha atención porque la libertad es un valor que se obtiene por el coraje y se pierde por la ignorancia.

"Velad 
para que 
no os 
engañen".
Jesús






Se permite la ternura


Uno de los desafíos colectivos e individuales de este tiempo es cortar con los métodos drásticos, invasivos y violentos que formaban parte de muchas dinámicas humanas, especialmente la educación y la crianza.

Nuestros ancestros fueron coaccionados a impartir "rejo" para parecer buenos padres, buenas madres o buenos maestros,
y además de ser inflexibles y rígidos, debían ser distantes, apáticos y hasta antipáticos...

Es así como en nuestra memoria celular generacional la ternura está castrada, prohibida y negada.

Hay que mover la mente, el corazón, los brazos y la boca para permitirnos vivir nuestra hermosa sensibilidad de seres humanos y disfrutar de toda la belleza que nos rodea.

Solo hay que cortar con aquellas pautas de crianza anticuadas y obsoletas que se basaban en el miedo y comenzar a acompañar con humildad y desde, con y para el amor. 

"El amor sin ternura es puro afán de dominio 
y de auto afirmación hasta lo destructivo. 
La ternura sin amor es sensiblería blanda,
 incapaz de crear nada".
Fernando Savater

Excelencia ¿Es posible?


Muchas empresas, colegios e instituciones tienen entre sus valores la EXCELENCIA, buscando que la gente se anime a fijarse un alto estándar de comportamiento que a veces resulta incomprensible, porque es completamente subjetivo y los indicadores terminan siendo muy técnicos, alejados de la sensibilidad humana.

¿Quién determina lo que es la Excelencia en determinada cultura? Los líderes. Aquellos que tienen la responsabilidad de guiar a otros son los que con su comportamiento fijan el tope de la Excelencia en todo sentido. Es por eso que la literatura empresarial o los manuales de convivencia parecen letra muerta si los líderes no actúan de acuerdo con lo que se entiende por Excelencia en cada cultura.

Según el Diccionario de la Real Academia Española, la Excelencia significa: "Superior calidad o bondad que hace digno de singular aprecio y estimación algo". Los líderes entonces son los que más esfuerzo deben realizar para llegar a esa calidad o bondad superior que esperan ver en quienes los siguen.

La excelencia no tiene un límite definido, cada cual sabrá que tan lejos o que tan cerca está de alcanzar su nivel superior como ser humano, lo importante es buscarla de manera constante y sentir que siempre se está a mitad de camino, para que la soberbia no la rebaje. 

"La excelencia moral 
es el resultado del hábito. 
Nos volvemos justos 
realizando actos de justicia, 
templados, realizando actos de templanza; 
valientes, realizando actos de valentía".
Aristóteles


Argentina capacita en valores a los jóvenes


"Vamos a capacitar a los jóvenes en Valores", dice un anuncio oficial en Argentina y mucha gente siente alivio porque considera que las nuevas generaciones no saben de respeto, ni de responsabilidad, ni de disciplina.

Cada generación piensa que "se acabaron los valores", que su época  fue la mejor y que para "formar personas de bien", hay que recurrir a métodos drásticos porque las madres y los padres perdieron autoridad y los jóvenes hacen lo que quieren.

Ni tinto ni tanto; no son las madres y los padres los que han cambiado, todo nuestro entorno social ha experimentado un cambio sin precedentes en los últimos cien años.

Y son varios los factores que han impulsado estos cambios: las nuevas tecnologías y los nuevos medios nos han construido un nuevo escenario de convivencia que a su vez exige nuevos códigos éticos, morales y en definitiva, humanos.

Hoy, actuar con honradez ya no es una elección, es una obligación, porque las redes sociales nos exponen como nunca antes; cada vez se hace más difícil mentir en un curriculum, en un trabajo y hasta en una relación sentimental. 



Estamos siendo observados unos a otros y de una manera casi obsesiva, con lo cual, hay que desarrollar nuevas herramientas personales para sobrevivir en esta jungla de valores en la que algunos conceptos parecen mezclarse.

Hoy, el respeto es un deber ciudadano, porque si te pasas con un piropo, puedes ir a la cárcel por acoso; la responsabilidad también pasó a ser una exigencia social, porque los padres que negaban su paternidad o abandonaban a sus hijos o las familias que abandonaban a sus abuelos, se exponen a denuncias y sanciones en las que interviene el aparato de justicia.

¿Se acabaron los valores? No, todo lo contrario, se demandan más y por eso es urgente capacitarnos como madres, padres y docentes de todos los niveles, si queremos estar medianamente conectados con la generación de niños, niñas, adolescentes y jóvenes que nos guste o no, son los llamados a seguir impulsando las grandes transformaciones hacia una sociedad más armónica y feliz. 



Ahora que las oportunidades laborales son tan amplias, se requiere que los jóvenes tengan claros sus talentos desde la más tierna edad y los perfeccionen con estudio y constancia, no solo para asegurar su sostenibilidad económica, sino ante todo les abra caminos para su plena realización personal.

Si quieres saber en qué consisten nuestros talleres para docentes, madres, padres y estudiantes de todos los niveles, así como nuestros materiales de apoyo, escríbenos a creatriz@gmail.com

Diseñamos capacitaciones a la medida de colegios, universidades, empresas e instituciones, porque los valores siguen existiendo, ¡solo cambia su lenguaje!





Creciendo solos


Millones de niñas y niños pasan la tarde sentados frente a una computadora o con un celular en la mano buscando incansablemente algo que les distraiga.

Inmersos en una realidad virtual, están perdiendo un tiempo valioso para descubrir sus talentos y comenzar a canalizarlos.

¡¡¡¡A los bebés se les distrae con un celular!!!

Y no es una postura retrógrada sino CONSCIENTE, porque el celular, la computadora, la tablet y otros dispositivos emiten una radiación electromagnética que poco a poco va disminuyendo la energía de los niños.

Tampoco se trata de generar culpa, es sabido que tanto papá como mamá trabajan, muchas veces porque el dinero de uno solo no alcanza y otras, porque parece que nadie quiere quedarse en casa a criar a los hijos, eso no da prestigio social...

Nos quejamos de la corrupción, sin embargo dejamos que los chicos crezcan solos, sin saber la diferencia entre lo bueno y lo malo, lo correcto y lo incorrecto, lo real y lo virtual.  

Muchos adultos no fijan límites porque probablemente ignoran el riesgo para la salud y porque también ellos están atrapados por alguna pantalla y más de una conversación virtual.

Si los adultos siempre estamos pegados al celular, la tablet o la computadora, difícilmente los chicos y chicas pueden pensar que sea malo.

La solución no es cortar con la tecnología sino ponerla en su lugar, como una HERRAMIENTA y en consecuencia, enseñar a usarla, con un fin determinado, con un propósito, no para matar el tiempo o maquillar la soledad. 

El uso consciente de la tecnología no se logra con largos sermones sino como todos los demás valores que queremos despertar en los chicos, con el ejemplo. 

¿Estamos dispuestos los adultos a replantear el uso de la tecnología?

¿Cambiaríamos los adultos una tarde de pantalla por una tarde de caminata, aun si llueve?

"El espíritu humano
debe prevalecer 
sobre la tecnología".
Albert Einstein





¿Pueden ser malos los chicos?


Es corriente escuchar a los adultos decir que tal chico o chica "es malo"...

¿Realmente puede considerarse malo un ser humano de dos, tres, cuatro, cinco o diez años?

¿Estamos hablando de MALDAD, o es que los adultos tampoco sabemos reconocer la BONDAD?

Decirle a un chico o una chica, e incluso a un adulto, que son malos representa un "golpe emocional".

A nadie le gusta que le digan que es "malo", a menos que sea una persona que ya se instaló en el papel de verdugo y está cobrando alguna venganza sin que los demás se hayan dado cuenta.

También puede pasar que la gente que goza de poco reconocimiento comience a a hacer fechorías para no pasar inadvertida y en la mayoria de los casos lo consigue.

Si un niño, una niña o un adolescente están buscando ser el "malo" de la película, debemos prestar atención y en vez de reforzarle ese rol, acompañarlo a encontrar aquello que lo lleva a elegirlo.

En un contexto de juego es normal querer ser buenos y malos, policías y ladrones; sin embargo, cuando estamos en la vida "real", el querer ser malo conlleva un mensaje oculto.

El "malo" disfruta haciendo sufrir a otros y eso le da poder y fama; el bueno por el contrario, puede pasar por tonto.

También existen los "falsos buenos", niños y niñas aparentemente buenitos que en el fondo actúan para ganar la confianza de los adultos, aunque no llegan a ser malvados ni perversos.

Debemos estar atentos para reconocer cuándo alguien quiere hacer de malo y darle el acompañamiento indicado. 

"No intentes curar el mal 
por medio del mal"
Heródoto de Halicarnaso
Historiador y geógrafo griego
484 - 425 A.C.

El castigo está out




Corrige, rectifica, señala el error pero no juzgues a la persona ni amenaces con el castigo....

El castigo es una forma retrógrada de crianza, que deja rencor en los niños y casi siempre culpa en los adultos.

El problema radica en que muchos niños, niñas y adolescentes, están creciendo solos, sin nadie que los observe con amor y por lo tanto pueda corregirlos oportunamente, también desde el amor.

Al corregir, se indica aquello que no está bien y se muestran alternativas para una próxima vez, porque de los errores se aprende, siempre y cuando uno sepa en qué consistió el error.

"La cultura del terror", como la denominó Eduardo Galeano, debería ser desterrada de hogares y escuelas. Nada debe ser más importante que aprender en vez de pagar por los errores.

Debemos tener claro que en la infancia somos aprendices pero también grandes maestros; aprendices de cómo comportarnos en este mundo de normas y etiquetas y maestros de grandes saberes ocultos en nuestros talentos. 


"El único propósito del castigo 
es la prevención del mal; 
nunca impulsará a nadie 
al bien".
Horace Mann
Docente estadounidense
(1796 - 1859)

El camino de la Rectitud



¿Puede un niño identificar el camino correcto para avanzar con su vida?

¿Estamos preparados los adultos para indicarle la ruta adecuada?

¿Sabemos acompañar los errores y la travesía o estamos obsesionados con el éxito y los resultados?

El camino de la rectitud es un camino solitario y aburrido, porque lo que flota en el ambiente es la "Ley del vivo", el atajo de la trampa, la viveza criolla...

No obstante, hace falta contarle a los chicos que existen las cárceles y que allí van a parar los que no se detienen por su cuenta, los que tienen que ser detenidos.

Así pensemos que la justicia humana no existe y veamos a muchos delincuentes burlándose de las leyes o hasta inventándolas para su provecho, hay una justicia superior, es la justicia del corazón que no deja en paz a quien mal actúa.

Enseñar valores no es una cuestión moral o religiosa, es un deber ciudadano y humano, porque el niño o la niña que toman un camino equivocado serán ciudadanos que sufren las consecuencias de su ignorancia.

Hoy estamos ante muchos padres y madres temerosos y laxos que no saben poner límites a sus hijos y "educan" a distancia, desde el celular.

Por otro lado, tenemos muchos maestros y maestras desbordados por las exigencias del sistema que todavía los pone a llenar planillas a mano y a diligenciar formularios cuando podrían estar conversando amigablemente con los chicos acerca de sus sueños, sus expectativas, sus talentos y sus intereses...

Y de fondo, tenemos a muchas instituciones públicas y privadas, absolutamente dormidas, gastando millones en publicidad de consumo y muy poco en mensajes positivos para la sociedad.

En el medio, los medios, los grandes medios que perdieron el norte y se ubicaron del lado de la billetera.

Todo está servido para fomentar y mantener la corrupción, porque los ciudadanos desconocen las normas básicas de convivencia y los deberes.

Los discursos políticos siguen siendo "ensoñadores" y mientras tanto, millones de niños y niñas van perdidos sin saber cual es el camino correcto.

¿Existe un camino correcto?

¡Si! Es el camino de la verdad, la justicia, la libertad, la transparencia, la belleza, la virtud, la modestia y muchos otros valores, que llegó el momento de entender y defender desde la perspectiva de la felicidad. 

¡Basta de amenazar con el infierno! El infierno lo crea todo aquel que vive sin reconocer lo valioso que es y se deja convencer de que es un animal inteligente.

Puede ser que el camino de la rectitud te lleve despacio y a lo mejor no llegues a conseguir todos los bienes materiales que te anuncian como trampolín a la felicidad; de lo que puedes estar seguro o segura es que la rectitud es un camino maravilloso y por más empinado que parezca, siempre te va a llevar a buen destino. 

Es posible que recorras muchos kilómetros de más, pero podrás descansar tranquilamente cada noche, con la conciencia limpia y la satisfacción de haber elegido ir verdaderamente LIBRE, sin ser comprado por nadie.

"Qué importa saber lo que es una recta 
si no se sabe lo que es la rectitud?"
Séneca